IX Jornadas de Medicina Rural de la semFYC
3-4 de octubre, 2025
Atención Primaria, consultorio rural.
Hombre de 62 años, con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2 en tratamiento con metformina e iSGLT2 (dapagliflozina) con buen control glucémico, acude por cuadro de 24 horas de evolución con diarrea acuosa y vómitos.
Enfoque individual
En la exploración: TA 130/75 mmHg, FC 82 lpm, SatO₂ 97%, Tª 36,2 °C. Mucosas hidratadas, abdomen blando, depresible, sin signos de irritación peritoneal. Se indica tratamiento sintomático con suero oral para rehidratación y dieta.
Enfoque familiar y comunitario
A las 48 horas reacude por persistencia de diarrea líquida cuantiosa, disminución de la ingesta y diuresis escasa, así como astenia importante y malestar general. Presentaba dichas constantes: TA 100/65 mmHg, FC 96 lpm, SatO₂ 97%, Tª 36,2 °C, con sequedad de mucosas importantes, palidez cutánea, perfusión mantenida y el abdomen en exploración blando depresible, sin signos de irritación peritoneal. Se solicita analítica urgente con glucemia capilar de 145 mg/dL y cuerpos cetónicos positivos en orina. En la analítica destaca acidosis metabólica con bicarbonato bajo y anión gap elevado, hiponatremia e hipopotasemia, así como un fallo renal agudo prerrenal en este contexto. Se sospecha cetoacidosis euglucémica inducida por iSGLT2 en el contexto de GEA y se deriva a SUH.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se deriva al hospital para valoración y tratamiento. En urgencias se confirma el diagnóstico de acidosis metabólica secundaria a cetoacidosis euglucémica.
Tratamiento y planes de actuación
Se suspende la medicación antidiabética, se inicia hidratación intravenosa y tratamiento con insulina.
Evolución
El paciente evoluciona favorablemente con resolución del cuadro ácido-base. Tras el alta hospitalaria, se realiza seguimiento estrecho desde Atención Primaria, con reintroducción progresiva del tratamiento antidiabético ajustado a su situación clínica y educación sanitaria sobre signos de alarma y manejo de la medicación en situaciones de riesgo.
Este caso pone de manifiesto la importancia del ajuste de la polimedicación en pacientes crónicos, especialmente en contextos clínicos agudos como una GEA. Los inhibidores de SGLT2, aunque eficaces, pueden inducir cetoacidosis euglucémica, una complicación potencialmente grave y difícil de identificar por la ausencia de hiperglucemia marcada. Desde Atención Primaria, es fundamental reconocer los factores de riesgo, suspender temporalmente fármacos en situaciones de deshidratación o ayuno, y educar al paciente sobre cuándo consultar. Este enfoque proactivo mejora la seguridad del tratamiento y previene complicaciones graves.